- Trataré de darte lo mejor de mi, y si tengo que morir será acelerando por cada curva de tu cuerpo con la yema de mis dedos.
- Tranquilo, en cada curva hay un "quita-miedos", para que no te salgas nunca de mi vida.
Un "quita-miedos"... eso es tu mirada,
tus labios,
tu forma de hablar y cada centímetro de mi piel que se estremece cuando lo tocas.
Cuando me muerdes la lengua.
Cuando me muerdes la lengua.
Y, he de confesar, que el masoquismo que produces es brutal.
De ti, me gustan hasta los miedos.
Te hago enfadar cuando hablamos para producirme miedo. Miedo a perderte.
Porque cada palabra mal formulada es bala, en ese momento, se han cambiado besos por espadas.
Paro, pienso y una pregunta golpea mi lógica. ¿Se puede perder algo que no se tiene?
Me hicieron falta 5 minutos para responderme. El miedo a perderte me hace no querer tenerte.
He pasado la tarde pensando sin saber en qué pensaba.
Dejando el corazón donde tu ya no llegaras.
Procuramos cuidar ese país nuestro pero siempre sale alguna arruga.
Procuramos cuidar ese país nuestro pero siempre sale alguna arruga.
Y lo que nos pasa es
que necesitamos
muchos puntos
de
sutura.
Lunas noches. Aviso que esta no será la única de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario