Llega el fin de los finales para diciembre.
Se acaba el año,
como se acaba la noche de magia que programamos.
Fue gran idea hablar de lo que no nos pegaba,
fue un error ser prácticos
ser realistas.
Ser clasistas.
Con las luces de navidad,
con la inmensa cantidad de pistas.
Las que me dabas para que espabilara,
para que viviera el momento,
para no cruzar palabra.
No cruzar palabra y besarte,
arañarte sin venir a cuento,
lamerte de abajo,
hasta el cuello.
Como dije el 24,
tengo ganas de quitarte la ropa,
sin usar las manos.
Preguntando a tus lunares
por qué son tan tímidos,
tan sumamente lindos.
Y así poder ocultar mis sentidos
en todos
y cada uno
de
tus
gemidos.
¿O eran quejidos?...
Espero poder lamer cada uno de tus latidos.
Lunas noches. Feliz entrada de enero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario