domingo, 29 de mayo de 2016

Noche sin luces.

Y ahí volvía a estar yo.
Esperando(te).
Siempre espero.
Nunca me ha molestado.

Te agarro de la mano y nos metemos en nuestro sitio.
Oscuro.
Alejado de la gente buena.
Y de la no tan buena.

Te muerdo.
Te ríes, y me río.
Pero no de ti,
sino de mi.

Follar es tan divertido como reírse de uno mismo.
Amar no tiene sentido sin la carcajada.

Y no hay risa que me vuelva más loco,
que la tuya.

Espero poder escucharla cerquita,
al oído,
en un domingo astronómico,
eclipsado por las constelaciones de tus lunares.

En una cama.
En nuestra cama.
Esa del suelo.

Donde actualmente, está todo lo bueno.



Lunas noches.

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