Yo, antes, soñaba.
Soñaba con volar.
Soñaba con cantar y ser escuchado.
Soñaba,
que se colaban las hadas,
hasta que puse persianas.
Soñaba despierto,
que cuando me dormía,
te veía besar,
cada rincón de mi espalda.
Soñaba con café,
solo,
con amor,
descafeinado.
Soñaba con viajar.
Me daba igual donde.
Soñaba con hablar.
De alguna duquesa o conde.
Sin palabras, con miradas, y algún marrón,
el cual resolver, con solo lamerte el alma.
Me vuelvo aire, que como sabes,
te cuesta respirar.
Voy a mi banco preferido,
que en las noches ya se escucha
el murmullo de una ciudad arrepentida.
Lástima que mi dama
sea víctima del "buenos días",
Quizá somos más valientes si no se nos ve la cara.
Los ojos.
El alma.
Que sepas, que con toda seguridad pienso,
que eres
una
completa
cobarde.
Lunas noches.
martes, 31 de mayo de 2016
domingo, 29 de mayo de 2016
Noche sin luces.
Y ahí volvía a estar yo.
Esperando(te).
Siempre espero.
Nunca me ha molestado.
Te agarro de la mano y nos metemos en nuestro sitio.
Oscuro.
Alejado de la gente buena.
Y de la no tan buena.
Te muerdo.
Te ríes, y me río.
Pero no de ti,
sino de mi.
Follar es tan divertido como reírse de uno mismo.
Amar no tiene sentido sin la carcajada.
Y no hay risa que me vuelva más loco,
que la tuya.
Espero poder escucharla cerquita,
al oído,
en un domingo astronómico,
eclipsado por las constelaciones de tus lunares.
En una cama.
En nuestra cama.
Esa del suelo.
Donde actualmente, está todo lo bueno.
Lunas noches.
Esperando(te).
Siempre espero.
Nunca me ha molestado.
Te agarro de la mano y nos metemos en nuestro sitio.
Oscuro.
Alejado de la gente buena.
Y de la no tan buena.
Te muerdo.
Te ríes, y me río.
Pero no de ti,
sino de mi.
Follar es tan divertido como reírse de uno mismo.
Amar no tiene sentido sin la carcajada.
Y no hay risa que me vuelva más loco,
que la tuya.
Espero poder escucharla cerquita,
al oído,
en un domingo astronómico,
eclipsado por las constelaciones de tus lunares.
En una cama.
En nuestra cama.
Esa del suelo.
Donde actualmente, está todo lo bueno.
Lunas noches.
jueves, 26 de mayo de 2016
La loca historia de amor de...
... un sapo y una mosca.
Vivían en una charca, alejada de todo el mundanal ruido y posible molestia.
Ella era pequeña, morena y con alas para volar.
Era curioso.
Uno de los motivos por los que el sapo se enamoró, fue por eso mismo, podía volar a cualquier sitio que ella quisiera, pero ahí estaba, junto a él.
Amaba profundamente la forma en como frotaba sus manos, finas y delicadas.
Ella, aún verde y gordo, estaba loca de amor.
Más allá del físico, veía lo bien que la trataba, los masajes en la espalda con su pegajosa lengua.
Una noche de pasión, ocurrió.
Él, literalmente, se la comió a besos.
Después de eso, dejó que sus hijos se lo comieran desde la espalda,
hasta el mismísimo corazón.
- Para qué.- Pensó el sapo.
Si ya no lo voy a usar.
Lunas noches.
Vivían en una charca, alejada de todo el mundanal ruido y posible molestia.
Ella era pequeña, morena y con alas para volar.
Era curioso.
Uno de los motivos por los que el sapo se enamoró, fue por eso mismo, podía volar a cualquier sitio que ella quisiera, pero ahí estaba, junto a él.
Amaba profundamente la forma en como frotaba sus manos, finas y delicadas.
Ella, aún verde y gordo, estaba loca de amor.
Más allá del físico, veía lo bien que la trataba, los masajes en la espalda con su pegajosa lengua.
Una noche de pasión, ocurrió.
Él, literalmente, se la comió a besos.
Después de eso, dejó que sus hijos se lo comieran desde la espalda,
hasta el mismísimo corazón.
- Para qué.- Pensó el sapo.
Si ya no lo voy a usar.
Lunas noches.
domingo, 22 de mayo de 2016
Cuéntame un cuento.
Érase.
Porque ya no es.
Un hombre con el pelo muy corto, unas cejas pobladas, orejas pequeñas,
ojeras algo más grandes,
ojos pequeños, cuasi negros, labios gruesos y una barba aún sin cerrar.
No era lo único que estaba abierto.
Atento.
Vestía un traje negro, camisa blanca y corbata negra.
Y llevaba dos relojes.
Sí, uno en cada muñeca.
A modo de grilletes.
Esclavo del tiempo,
ex-clavo de alguna musa que no supo.
No sabía que era musa y los reflejos de la luna confundían lo poco que se lamían.
Reflejos los de aquel cristal que le rajó su muslo izquierdo.
Zurdo el pensamiento de curarle cada rasguño.
Demasiado tiempo con botones en vez de ojos.
Con ropajes incomodos en vez de su propia piel.
Charcos de agua sucia miran a aquel joven, qu(h)erido, abrazarla por la espalda.
Abrazar los miedos, besar los besos.
Imaginarte objeto.
Como una casa. Una de verano, para ir cuando necesite sentirme bien.
Sentirme mal.
Mentir.
Latir.
Y, cómo no,
morir.
Para que realmente, pueda conjugar el verbo herir.
Porque pasó el "te quiero", al "te hiero".
Una mirada sincera, a una palabra sin sentimiento.
Mi corazón está para romperlo veinte veces.
Vente, que nos va a dar la risa.
Hoy, por suerte,
no hay prisa.
Lunas noches.
Porque ya no es.
Un hombre con el pelo muy corto, unas cejas pobladas, orejas pequeñas,
ojeras algo más grandes,
ojos pequeños, cuasi negros, labios gruesos y una barba aún sin cerrar.
No era lo único que estaba abierto.
Atento.
Vestía un traje negro, camisa blanca y corbata negra.
Y llevaba dos relojes.
Sí, uno en cada muñeca.
A modo de grilletes.
Esclavo del tiempo,
ex-clavo de alguna musa que no supo.
No sabía que era musa y los reflejos de la luna confundían lo poco que se lamían.
Reflejos los de aquel cristal que le rajó su muslo izquierdo.
Zurdo el pensamiento de curarle cada rasguño.
Demasiado tiempo con botones en vez de ojos.
Con ropajes incomodos en vez de su propia piel.
Charcos de agua sucia miran a aquel joven, qu(h)erido, abrazarla por la espalda.
Abrazar los miedos, besar los besos.
Imaginarte objeto.
Como una casa. Una de verano, para ir cuando necesite sentirme bien.
Sentirme mal.
Mentir.
Latir.
Y, cómo no,
morir.
Para que realmente, pueda conjugar el verbo herir.
Porque pasó el "te quiero", al "te hiero".
Una mirada sincera, a una palabra sin sentimiento.
Mi corazón está para romperlo veinte veces.
Vente, que nos va a dar la risa.
Hoy, por suerte,
no hay prisa.
Lunas noches.
jueves, 19 de mayo de 2016
Arañas.
Uno de los animales que más me gusta, son las arañas.
No son sociables, parece ni latirles el corazón, pero eso no es lo que me gusta.
Lo más nimio es el aspecto, que personalmente, me parecen preciosas,
lo que me gusta es, que en la caza se sienten realmente vivas.
No les importa nada más.
Hay algo que les mantiene vivas.
Y es matar. Alimentarse. Vivir.
Lo mismo me pasa a mi, pero con el amor.
Necesito querer para sentirme realmente vivo.
No me refiero a una pareja, ni a una compañera.
No.
Me refiero al hecho de querer.
Quiero, por ejemplo, a mis perros.
A mis padres.
A mi hermano.
A mis amigos (los de verdad, ojo).
También has podido leer el título de esto pensando en que hablaba de arañar con las uñas.
Pues claro.
Esos pequeños gestos,
arañar, besar la espalda, apretar.
Abrazar.
Hacen que todos y cada uno de nosotros, nos sintamos vivos.
Más vivos que nunca.
Me abrazaría a tu ilusión para llorar tu amor.
Pero no me siento vivo cuando te pienso.
Ya no.
Ni siquiera, cuando te imagino,
ya que hace mucho
que
no
existes.
Lunas noches.
No son sociables, parece ni latirles el corazón, pero eso no es lo que me gusta.
Lo más nimio es el aspecto, que personalmente, me parecen preciosas,
lo que me gusta es, que en la caza se sienten realmente vivas.
No les importa nada más.
Hay algo que les mantiene vivas.
Y es matar. Alimentarse. Vivir.
Lo mismo me pasa a mi, pero con el amor.
Necesito querer para sentirme realmente vivo.
No me refiero a una pareja, ni a una compañera.
No.
Me refiero al hecho de querer.
Quiero, por ejemplo, a mis perros.
A mis padres.
A mi hermano.
A mis amigos (los de verdad, ojo).
También has podido leer el título de esto pensando en que hablaba de arañar con las uñas.
Pues claro.
Esos pequeños gestos,
arañar, besar la espalda, apretar.
Abrazar.
Hacen que todos y cada uno de nosotros, nos sintamos vivos.
Más vivos que nunca.
Me abrazaría a tu ilusión para llorar tu amor.
Pero no me siento vivo cuando te pienso.
Ya no.
Ni siquiera, cuando te imagino,
ya que hace mucho
que
no
existes.
Lunas noches.
domingo, 15 de mayo de 2016
Autorregato.
En un tejado, a las 4 de la mañana, muerto de frío, ahí estaba.
Sentado el gato más feo que podáis imaginaros.
Llevaba unas 6 vidas algo perras.
- Esto debe ser una broma.
Pensó aquél gato, mientras miraba su faro.
Sin esperarlo, vio una sombra pasar por delante suya.
Pegó un salto. Casi ladra.
La gata más bonita que podáis imaginaros.
La miró fijamente, deleitándose en los detalles de su cuerpo, hundiéndose en sus ojos amarillos, dando una pirueta en aquella cola cuasi perfecta.
- No.- Se dijo para si.
Está hecha para ser observada. Si algo como yo la llega a tocar, solo podría estropearla.
Cabizbajo, se marchó a su tejado, donde no le pasaba nada malo.
Nada bueno tampoco, para ser sinceros.
- A la mierda.
Le dijo al amor, sabiendo que eran inseparables.
De algo hay que morir.
Dijo el gato romántico cuando vio que se enamoró por séptima vez.
Se acercó a ella, y le dijo:
- Cuéntame un cuento, que de historias crudas estoy ya cansado.
Sin dudarlo, respondió la gata:
- Mañana despertarás siendo tigre. Nada ni nadie podrá decirte lo contrario.
- ¿Sabes qué?- Dijo mirando la luna- Ya que me suicido, prefiero morir siendo gato, que es lo que he sido siempre.
- Pero a mi los gatos me dan miedo.
- ¿Y qué hace rozaduras en el corazón sin dar miedo?
- Los tigres. Esos te matan directamente. La seguridad de morir, hace que no le tengas miedo a la propia muerte.
- Y quedarse sin sentir... Eso no va conmigo.
- Ni yo.
- También es verdad.
Las tres últimas palabras del gato, antes de caer desplomado, resonarán en tu alma como lo hacen en la mía.
Lunas noches.
Sentado el gato más feo que podáis imaginaros.
Llevaba unas 6 vidas algo perras.
- Esto debe ser una broma.
Pensó aquél gato, mientras miraba su faro.
Sin esperarlo, vio una sombra pasar por delante suya.
Pegó un salto. Casi ladra.
La gata más bonita que podáis imaginaros.
La miró fijamente, deleitándose en los detalles de su cuerpo, hundiéndose en sus ojos amarillos, dando una pirueta en aquella cola cuasi perfecta.
- No.- Se dijo para si.
Está hecha para ser observada. Si algo como yo la llega a tocar, solo podría estropearla.
Cabizbajo, se marchó a su tejado, donde no le pasaba nada malo.
Nada bueno tampoco, para ser sinceros.
- A la mierda.
Le dijo al amor, sabiendo que eran inseparables.
De algo hay que morir.
Dijo el gato romántico cuando vio que se enamoró por séptima vez.
Se acercó a ella, y le dijo:
- Cuéntame un cuento, que de historias crudas estoy ya cansado.
Sin dudarlo, respondió la gata:
- Mañana despertarás siendo tigre. Nada ni nadie podrá decirte lo contrario.
- ¿Sabes qué?- Dijo mirando la luna- Ya que me suicido, prefiero morir siendo gato, que es lo que he sido siempre.
- Pero a mi los gatos me dan miedo.
- ¿Y qué hace rozaduras en el corazón sin dar miedo?
- Los tigres. Esos te matan directamente. La seguridad de morir, hace que no le tengas miedo a la propia muerte.
- Y quedarse sin sentir... Eso no va conmigo.
- Ni yo.
- También es verdad.
Las tres últimas palabras del gato, antes de caer desplomado, resonarán en tu alma como lo hacen en la mía.
Lunas noches.
jueves, 12 de mayo de 2016
AL.
¿Qué es el amor?
El amor, para mi,
es una caricia bien dada.
Una mirada,
una casualidad,
una "causualidad".
Que las manos se duerman
del nerviosismo
al tocar tu pelo.
Que prefiera verte bien,
a verte conmigo.
Que prefiera verme bien,
a verme contigo.
Un abrazo,
intuición femenina,
tener un hijo.
¿Eres nuevo aquí?
"Mal"venido.
Te va a tocar sufrir.
Bienvenido.
Lunas noches.
El amor, para mi,
es una caricia bien dada.
Una mirada,
una casualidad,
una "causualidad".
Que las manos se duerman
del nerviosismo
al tocar tu pelo.
Que prefiera verte bien,
a verte conmigo.
Que prefiera verme bien,
a verme contigo.
Un abrazo,
intuición femenina,
tener un hijo.
¿Eres nuevo aquí?
"Mal"venido.
Te va a tocar sufrir.
Bienvenido.
Lunas noches.
miércoles, 11 de mayo de 2016
Literatura.
La literatura no es algo para niños.
La literatura te pellizca el alma.
Pero la que tenga callos.
La que haya pasado esta etapa
en que la mayoría de cosas
que te tocan el corazón
son caricias.
La literatura no debería ser para niños.
Le haría "daño" a algo demasiado puro.
Esto lo he escrito hoy en clase de lengua mientras se debatía de forma nimia la diferencia entre libro para niños y literatura para niños.
Tampoco iba a decir mi opinión en un sitio donde, cualquier comentario medianamente mediocre, genera malas miradas.
Lunas ¿noches?
Hoy no hay noche.
No para esta cabeza.
La literatura te pellizca el alma.
Pero la que tenga callos.
La que haya pasado esta etapa
en que la mayoría de cosas
que te tocan el corazón
son caricias.
La literatura no debería ser para niños.
Le haría "daño" a algo demasiado puro.
Esto lo he escrito hoy en clase de lengua mientras se debatía de forma nimia la diferencia entre libro para niños y literatura para niños.
Tampoco iba a decir mi opinión en un sitio donde, cualquier comentario medianamente mediocre, genera malas miradas.
Lunas ¿noches?
Hoy no hay noche.
No para esta cabeza.
Se va con quien quiere, no con cualquiera. KM.
"Cada vez que se marcha me dice hasta siempre,
sonríe y me besa en la frente,
y que antes de tirarme otra puta,
prefiere mejor que me tire de un puente.
Le sigo la corriente,
sólo busco una salida,
y cuando me meto entre sus piernas
me atrapa igual que un callejón sin salida.
Por fuera es bonita y tranquila,
pero si ella quiere puede ser Godzilla,
de rodillas me mira a los ojos
y me dice "si quiero te arruino la vida".
Ella coge mi mano y me dice,
"tranquilo si sólo nos vamos al infierno",
yo la agarro del pelo y le digo,
"cariño, ¿pero de dónde crees que vengo?". "
Kínder malo, Beso negro.
sonríe y me besa en la frente,
y que antes de tirarme otra puta,
prefiere mejor que me tire de un puente.
Le sigo la corriente,
sólo busco una salida,
y cuando me meto entre sus piernas
me atrapa igual que un callejón sin salida.
Por fuera es bonita y tranquila,
pero si ella quiere puede ser Godzilla,
de rodillas me mira a los ojos
y me dice "si quiero te arruino la vida".
Ella coge mi mano y me dice,
"tranquilo si sólo nos vamos al infierno",
yo la agarro del pelo y le digo,
"cariño, ¿pero de dónde crees que vengo?". "
Kínder malo, Beso negro.
martes, 10 de mayo de 2016
De mayor.
Parado ahí, estaba.
Delante de tu imagen, dichosa.
Pero, mirando, me topé con un lunar.
Ya lo tengo decidido.
De mayor, quiero ser astronauta.
Delante de tu imagen, dichosa.
Pero, mirando, me topé con un lunar.
Ya lo tengo decidido.
De mayor, quiero ser astronauta.
Sindrome del Dr. Strangelove.
Nota: Antes de empezar a escribir, dejar claro que el síndrome existe.
Llegué al hospital una hora antes de la cita.
El doctor se merecía puntualidad.
Como todo.
- Adelante.- Dijo una voz que provenía de dentro de la habitación.
Empujé despacio la puerta, como si no quisiera hacer ruido alguno, como si la estuviera acariciando.
- Mire, llevo un par de días bastante raro.- La mirada del doctor se clava en la mía y, por ende, en mi alma.
Es que no consigo que mi mano me obedezca. Hace lo que le da la gana. A veces aplaude, otras acaricia, otras aprieta muy fuerte...
- No diga más.
- ¿Sabe el motivo de esto, doctor?- Miré preocupado las palabras que iban saliendo de su boca.
- Sí, lo sé.
- Y, ¿a qué espera?, ¿Qué me pasa?
- Pues... que está jodido.
No soy doctor, pero vaya, eso ya lo sabía.
- No me vacile, que bastante tengo con mi hijo.
- No le vacilo. Usted no es dueño de su mano.
- ... ¿Y qué debería hacer?
- Buscar a su dueña.
Lunas noches.
Llegué al hospital una hora antes de la cita.
El doctor se merecía puntualidad.
Como todo.
- Adelante.- Dijo una voz que provenía de dentro de la habitación.
Empujé despacio la puerta, como si no quisiera hacer ruido alguno, como si la estuviera acariciando.
- Mire, llevo un par de días bastante raro.- La mirada del doctor se clava en la mía y, por ende, en mi alma.
Es que no consigo que mi mano me obedezca. Hace lo que le da la gana. A veces aplaude, otras acaricia, otras aprieta muy fuerte...
- No diga más.
- ¿Sabe el motivo de esto, doctor?- Miré preocupado las palabras que iban saliendo de su boca.
- Sí, lo sé.
- Y, ¿a qué espera?, ¿Qué me pasa?
- Pues... que está jodido.
No soy doctor, pero vaya, eso ya lo sabía.
- No me vacile, que bastante tengo con mi hijo.
- No le vacilo. Usted no es dueño de su mano.
- ... ¿Y qué debería hacer?
- Buscar a su dueña.
Lunas noches.
lunes, 9 de mayo de 2016
Harto de estar harto.
"Harto de que vengan sus amigos
y se quejen de un mendigo
en el cuarto de fusibles."
Es la sensación que me ha inundado hace unas semanas.
Hartura de las situaciones que me suceden
de las personas que me hartan.
Pues, se acabó.
Estoy harto de estar harto.
Así que, por una vez en mi vida, me quiero.
Y no poco. Ni mal. Que, eso, sí que es importante.
He tomado una filosofía de vida difícil de seguir, la verdad, pero puf.
Estoy de bien.
Esta es la de hacer solo y exclusivamente lo que me hace feliz.
Alejar lo que me hace daño.
Y
queridos míos,
qué bien.
Cuando la salud me lo permite, estoy realmente a gusto conmigo mismo.
Me voy a pasear algunas noches solo, no necesito a nadie, la verdad.
Y ando encantado.
Otra cosa no, pero contigo aprendí a estar solo.
Gracias, de verdad, de corazón.
Aunque ahora que lo pienso
si aprendí a estar solo
tampoco estaría muy acompañado.
¿No?
Escribo por y para mi.
Hoy al menos.
Era yo el que no sabía estar sin mi mismo.
Y ahora entiendo muchas cosas.
Como por ejemplo
que echo de menos esa fibra del corazón que se me rompía con siquiera oler tu pelo.
También que los momentos difíciles de la vida son mis preferidos.
También que he conocido demasiada gente en esos momentos de sus vidas.
También
que
seguiré aquí sentado.
Lunas noches.
y se quejen de un mendigo
en el cuarto de fusibles."
Es la sensación que me ha inundado hace unas semanas.
Hartura de las situaciones que me suceden
de las personas que me hartan.
Pues, se acabó.
Estoy harto de estar harto.
Así que, por una vez en mi vida, me quiero.
Y no poco. Ni mal. Que, eso, sí que es importante.
He tomado una filosofía de vida difícil de seguir, la verdad, pero puf.
Estoy de bien.
Esta es la de hacer solo y exclusivamente lo que me hace feliz.
Alejar lo que me hace daño.
Y
queridos míos,
qué bien.
Cuando la salud me lo permite, estoy realmente a gusto conmigo mismo.
Me voy a pasear algunas noches solo, no necesito a nadie, la verdad.
Y ando encantado.
Otra cosa no, pero contigo aprendí a estar solo.
Gracias, de verdad, de corazón.
Aunque ahora que lo pienso
si aprendí a estar solo
tampoco estaría muy acompañado.
¿No?
Escribo por y para mi.
Hoy al menos.
Era yo el que no sabía estar sin mi mismo.
Y ahora entiendo muchas cosas.
Como por ejemplo
que echo de menos esa fibra del corazón que se me rompía con siquiera oler tu pelo.
También que los momentos difíciles de la vida son mis preferidos.
También que he conocido demasiada gente en esos momentos de sus vidas.
También
que
seguiré aquí sentado.
Lunas noches.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)