Juro imposibles cargados de ganas.
Pierdo por el simple gusto de verte ganar a ti.
Fumo, porque la vida nos maltrata lo suficiente como para no querer recortarla un poco.
Bebo para ahogarme entre sirenas desnudas y contarle a ellas todas mis líneas.
Escribo lo que "nunca" te diría mirándote a los ojos.
Me quedo sin ropa por el mero placer de cubrirme de nada y sentir la ausencia de léxico que nos falta.
Cuando el frío no me alcanza tan adentro y quiero decirte que te quiero,
pero no como todos te han dicho que te quieren, si no de otro modo.
pero no como todos te han dicho que te quieren, si no de otro modo.
Me alejo para verte ausente y sentir la falta de lluvia sobre los hombros.
Camino hacia ningún lugar sabiendo que no podría perderme mientras me agarre de la mano y crea que es la tuya.
Soy el tonto que quiere verte ser feliz,
y afirmar que la vida son esos pedacitos de esperanza que ganamos con cada abrazo o con uno de esos besos.
Justo en la comisura izquierda de tu boca.
He sangrado de versos, corazón, manos y rodillas sin dejar de amar el intento en vano.
Soy la nada, el nadie, ningún lugar.
Ahora dime, ¿De cuántos miedos más me tengo que despojar para que me re-conozcas?
He creado de tu ombligo trinchera para morir en silencio, ya no lato a toda voz ni quiero salir corriendo.
Nadie me explicó lo que era el miedo.
Tienes el tiempo entre los dedos, dispara cuando quieras, a mí ya no me queda nada más que sacarme y así, desnudo de principios...
te regalo todos mis finales.
Siempre se te ha dado bien ponerme los pelos de punta con los textos de tu libreta.
Ahora me toca a mí.
Deja que bese despacio
cada pedacito
de
ti.
Lunas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario