Quiero viajar.
A la parte izquierda de tu cerebro,
celebrar una fiesta de iridiscencia,
y lamer.
Bajar por el camino de tu risa
y perderme en cada mechón rubio de tu alma.
Te miro mientras escribo,
mientras escucho la canción que me pasas,
mientras muteo mi micrófono,
para que no escuches las placas
de mi pecho moverse.
Salgo de tu cuerpo, aparezco en un teatro.
Toca cantar, preparar.
Proponerte más de un trato.
Tus manos por mis labios,
mis tatuajes por tu moño,
tus escamas por tenerme atado.
El hueso de tu cadera por este otoño.
Se me caen las ganas en el hueco de tu clavícula,
tus lágrimas en cada una de las autopistas
por las que circulan todo tipo de granizo.
Que no se acabe esta película,
la que deja clara de qué pasta
está hecho
nuestro
destino.
Lunas noches. Feliz 19 de enero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario