martes, 15 de noviembre de 2016

Ahora que ya sabes.

Ahí estaba el escritor,
pensando en lo imposible,
para crear algo
que al oído le silbe.

Le silbe y le chive,
que estabas detrás suya.

Más concretamente
en ese lunar nuevo.

Y, en ese momento,
te vio.

Te tocó y escribió:

El amor no mata, pero te deja jodida la mano, el corazón, la razón, el alma.
He tocado lo más áspero del mundo.
Y debo decir que me encanta.

Nota (añadió):
La próxima vez que toque su piel, usaré guantes. No es plan de que se lleve también mis manos.











Lunas noches.

Pd: recuerda preguntarle por las curvas.

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