Zahara fue un gran descubrimiento.
Todo empezó con tu recomendación. Bastante escéptico, la escucho.
Te escucho.
Cuando nos recomiendan una canción, nos hablan.
Nos tratan como vacas.
Me explico.
Cuando a una vaca o a un toro lo meten en un pasillo, tiende a seguir hasta el final.
La música hace lo mismo con nosotros.
Nos lleva por donde sentimos, nos hace creer que hay una salida.
Una respuesta.
Qué va. La música es la pregunta.
¿Qué sientes?
¿Qué sientes cuando me ves? ¿Qué sientes cuando la yema de mis dedos te roza la piel y se te pasa por la cabeza algo demasiado profundo?
Tengo un problema.
Cada vez que huelo a esa persona, quiero que sea el olor de cada mañana del resto de mi vida.
Qué risa, que, sin prisa, me diga
"yo te sigo,
tú
tira."
Lunas noches.
viernes, 26 de octubre de 2018
Mis instintos.
Pensando té, tomando té, guardando té, perdiendo té.
Se me ha olvidado recordar. Se me ha olvidado respirar. Se me ha olvidado olvidar.
El principal error que he cometido a lo largo de mi vida es querer congelar los mejores momentos por si algún día se me gastan. Sin vivir el día a día, sin apreciarlo y sin quererlo.
Me duele la nariz de no olerte, los labios de no rozarte en la cara y los ojos de no verte.
No me engaño. Ya no.
Era lo mejor, está claro. Tenemos otra realidad entre manos. Otros mundos. Otros pensamientos.
Y vengo a decir que lo siento. Siento no estar cuando lo necesites. Siento no poder partirme en un abrazo.
Fondo negro. Una mesa. Dos sillas. Un foco. Todo listo.
- ...
- ...
No hay nada que decir. Lo sabemos de la misma forma que lo omitimos.
lunes, 30 de julio de 2018
Celos.
Enfermedad.
Sentimiento a evitar.
Algo que no es sano.
Una bala en el pecho.
Tu mirada.
Me muero cada día un poco
y
la verdad
bastante a gusto.
Lunas noches.
Sentimiento a evitar.
Algo que no es sano.
Una bala en el pecho.
Tu mirada.
Me muero cada día un poco
y
la verdad
bastante a gusto.
Lunas noches.
lunes, 23 de julio de 2018
Sin borrón.
No hay reyes magos.
O eso dice Vetusta Morla.
Quieran todo lo que les rodea y, si no reciben lo mismo,
quieran más,
y mejor.
L.
O eso dice Vetusta Morla.
Quieran todo lo que les rodea y, si no reciben lo mismo,
quieran más,
y mejor.
L.
Qué va.
Estoy en la mierda, escuchando Shinoflow. Tú sabes de qué hablo. No hay reloj ahora mismo, solo un sentimiento de vacío, de querer dejar de andar.
De ser un sentimental que va a durar toda su miserable vida, que va a querer demasiado a los que le rodean. Que va a estar esperando demasiado, y, a la vez, queriendo.
Fuimos demasiado cobardes.
Tardes fugaces.
Ella jamás sabrás que existías.
No sé cómo te sientes.
Tampoco quiero.
De sentirte bien, me dolería.
De sentirte mal
me dolería más.
Y peor.
Qué asco de sensación es esta
de no dejar
de
puto
quererte.
Sálvame.
Mátame.
De ser un sentimental que va a durar toda su miserable vida, que va a querer demasiado a los que le rodean. Que va a estar esperando demasiado, y, a la vez, queriendo.
Fuimos demasiado cobardes.
Tardes fugaces.
Ella jamás sabrás que existías.
No sé cómo te sientes.
Tampoco quiero.
De sentirte bien, me dolería.
De sentirte mal
me dolería más.
Y peor.
Qué asco de sensación es esta
de no dejar
de
puto
quererte.
Sálvame.
Mátame.
Cuando me enamoré de ti.
1-
"Tres noches y dos días... Vaya locura...
La primera comienza con una charla en un garito de Granada.
Cerveza, tinto y nosotros.
Alguna que otra interrupción pero nada tan fuerte como para hacer que desclavara mi mirada de tus ojos.
Desclavara porque estaban, y están, clavados a ti.
A tus labios, a tu pelo, a tu manera de mirar, de hablar, de sonreir... Entonces nos movemos.
Una discoteca muy oscura iluminada con lo que me trae de cabeza... Con lo que me acabará matando y resucitando cada vez que decida brillar.
Si pudieramos, nos iriamos a hablarle a la Luna en privado. Solo alumbrando de cerca. Estaba de suerte, raro en mi.
Nos vamos y queda tu perfume para apaciguar la impaciencia que me/nos caracteriza.
Por fin. Solos. Tú y yo. Nos quiero hablar de lo que pasó porque sinceramente no sé cómo expresarlo.
Quizás lo defina bien la frase de que fuimos el monstruo de las dos espaldas aunque solo fuera por 1 segundo.
El segundo en el que confesamos estar empezando a sentir algo más. Quizás no.
Seguro. Desvelos y pensamientos. Sueños y delirios.
Noche diferente para ambos. Magnífica para mi.
Esa noche sí que se me clava..."
2-
"Segundo día.
Un despertar que repetiría unas 8 veces.
Un 8 un tanto horizontal a decir verdad.
Las cadenas que anoche se rompieron se forjan con un poco de educación y mesura.
Aun así, te disfruto con los ojos.
Tus ojos. Joder.. Me tienes completamente loco..
Una noche que pensaba que iba a compartir y que luego se quedó en intento.
Cada uno hace su noche. Ambos por necesidad. La mia no fue tranquila desde luego.
Tranquilidad estando en una discoteca, pensando en cómo estarás, en si tienes frío, en si estarás descansando. Miro la hora cada 10 minutos pensando que si la miro mucho, ibamos a irnos antes.
Irnos antes para llegar al cuarto y darte un beso.
Cambiarme y abrazarte.
Por fin estar tranquilo. Y no a causa de alguna patología. Sentí. Siento. Y sentiré.
Sentía querer cuidarte. Sentía querer besarte. Quererte.
Exactamente eso. Empecé algo que se está haciendo más y más fuerte."
3-
" Tercer día. Un despertar caluroso. Muy caluroso.
Tú y tus armas que parecen castigar algo que haya hecho.
Hacía tanta calor que me quedé durmiendo. Y ahora empieza algo muy jodido.
Nos vamos a un rincón de las locuras. A una mesa del desenfreno emocional.
Alguna que otra confesión, dos aclaradores de sentimientos, pensamientos, sonrisas y miradas.
Gracias a Dios que están ahí. Son mi salvavidas de esa muerte y resurrección que iban a suceder.
Y sucedieron.
Cómo cojones no te voy a mirar, si eres... Eres. Eres mucho.
Salen suspiros que podrían ahogarme. Suspiros que rompen el aire. El aire y un trozo de mi corazón.
Si volviera a ese rincón, quizás habría dicho alguna que otra cosa que hubiera cambiado todo. O quizás nada. No era el momento. El momento es ahora.
Me dices que mire el hotel y su nombre. Luna. Me dices que mire la Luna, que está detrás del coche.
Pues claro que está detrás.
Está a mi lado. Mirándome a veces. Pudiendo tocar su mano. Forzando un nudo que nos hizo conocernos. En ese momento me falta el aire pero, sabes qué? No me hace falta.
Sé que a partir de ahora me hace falta solo una cosa.
Tú.
Queriendo verte ahora. Queriendo tocarte. Queriendo abrazarte tan fuerte que nos rompamos juntos.
Queriendote, al fin y al cabo. Exacto. No me mires así.. Ya es demasiado tarde..
O pronto para volver a ser alguien que no es claro. Claro como la luz de la misma luna.
Tus ojos son mis lunas y mis noches de ninguna, solo tuyas.
Te quiero."
"Tres noches y dos días... Vaya locura...
La primera comienza con una charla en un garito de Granada.
Cerveza, tinto y nosotros.
Alguna que otra interrupción pero nada tan fuerte como para hacer que desclavara mi mirada de tus ojos.
Desclavara porque estaban, y están, clavados a ti.
A tus labios, a tu pelo, a tu manera de mirar, de hablar, de sonreir... Entonces nos movemos.
Una discoteca muy oscura iluminada con lo que me trae de cabeza... Con lo que me acabará matando y resucitando cada vez que decida brillar.
Si pudieramos, nos iriamos a hablarle a la Luna en privado. Solo alumbrando de cerca. Estaba de suerte, raro en mi.
Nos vamos y queda tu perfume para apaciguar la impaciencia que me/nos caracteriza.
Por fin. Solos. Tú y yo. Nos quiero hablar de lo que pasó porque sinceramente no sé cómo expresarlo.
Quizás lo defina bien la frase de que fuimos el monstruo de las dos espaldas aunque solo fuera por 1 segundo.
El segundo en el que confesamos estar empezando a sentir algo más. Quizás no.
Seguro. Desvelos y pensamientos. Sueños y delirios.
Noche diferente para ambos. Magnífica para mi.
Esa noche sí que se me clava..."
2-
"Segundo día.
Un despertar que repetiría unas 8 veces.
Un 8 un tanto horizontal a decir verdad.
Las cadenas que anoche se rompieron se forjan con un poco de educación y mesura.
Aun así, te disfruto con los ojos.
Tus ojos. Joder.. Me tienes completamente loco..
Una noche que pensaba que iba a compartir y que luego se quedó en intento.
Cada uno hace su noche. Ambos por necesidad. La mia no fue tranquila desde luego.
Tranquilidad estando en una discoteca, pensando en cómo estarás, en si tienes frío, en si estarás descansando. Miro la hora cada 10 minutos pensando que si la miro mucho, ibamos a irnos antes.
Irnos antes para llegar al cuarto y darte un beso.
Cambiarme y abrazarte.
Por fin estar tranquilo. Y no a causa de alguna patología. Sentí. Siento. Y sentiré.
Sentía querer cuidarte. Sentía querer besarte. Quererte.
Exactamente eso. Empecé algo que se está haciendo más y más fuerte."
3-
" Tercer día. Un despertar caluroso. Muy caluroso.
Tú y tus armas que parecen castigar algo que haya hecho.
Hacía tanta calor que me quedé durmiendo. Y ahora empieza algo muy jodido.
Nos vamos a un rincón de las locuras. A una mesa del desenfreno emocional.
Alguna que otra confesión, dos aclaradores de sentimientos, pensamientos, sonrisas y miradas.
Gracias a Dios que están ahí. Son mi salvavidas de esa muerte y resurrección que iban a suceder.
Y sucedieron.
Cómo cojones no te voy a mirar, si eres... Eres. Eres mucho.
Salen suspiros que podrían ahogarme. Suspiros que rompen el aire. El aire y un trozo de mi corazón.
Si volviera a ese rincón, quizás habría dicho alguna que otra cosa que hubiera cambiado todo. O quizás nada. No era el momento. El momento es ahora.
Me dices que mire el hotel y su nombre. Luna. Me dices que mire la Luna, que está detrás del coche.
Pues claro que está detrás.
Está a mi lado. Mirándome a veces. Pudiendo tocar su mano. Forzando un nudo que nos hizo conocernos. En ese momento me falta el aire pero, sabes qué? No me hace falta.
Sé que a partir de ahora me hace falta solo una cosa.
Tú.
Queriendo verte ahora. Queriendo tocarte. Queriendo abrazarte tan fuerte que nos rompamos juntos.
Queriendote, al fin y al cabo. Exacto. No me mires así.. Ya es demasiado tarde..
O pronto para volver a ser alguien que no es claro. Claro como la luz de la misma luna.
Tus ojos son mis lunas y mis noches de ninguna, solo tuyas.
Te quiero."
miércoles, 23 de mayo de 2018
Explotando un globo.
Giramos más desde que no hablamos.
Me construyes una nave,
me espero, a ver por dónde sales.
Nadie sabe lo que hacer.
Todos tienen el por qué.
Aquí me tienes, soplando.
Pensando que se nos acaba el aire.
Y, qué va.
Vino la muerte, y la noche callaba.
Te miraba. Estaba rara.
"Para qué me llamáis, si sabéis que estoy liado."
No veíamos que nos había tocado lo malo,
tener problemas,
no estar a tu lado.
Mi sesera quiere irse, por lo menos a la selva.
Donde no le importe tener su corazón de piedra.
Correrse es como explotar un globo,
disfrutas y no el hecho de apretar,
pero
lo que esperas realmente
es
que
explote.
Lunas noches.
Me construyes una nave,
me espero, a ver por dónde sales.
Nadie sabe lo que hacer.
Todos tienen el por qué.
Aquí me tienes, soplando.
Pensando que se nos acaba el aire.
Y, qué va.
Vino la muerte, y la noche callaba.
Te miraba. Estaba rara.
"Para qué me llamáis, si sabéis que estoy liado."
No veíamos que nos había tocado lo malo,
tener problemas,
no estar a tu lado.
Mi sesera quiere irse, por lo menos a la selva.
Donde no le importe tener su corazón de piedra.
Correrse es como explotar un globo,
disfrutas y no el hecho de apretar,
pero
lo que esperas realmente
es
que
explote.
Lunas noches.
sábado, 19 de mayo de 2018
Planetas.
Soy un pesado.
Siempre pensando en tus ojos.
Esos dos planetas que, por mucho que me gusten, no consigo colonizar.
Tampoco quiero.
Lo que quiero es moverlos, hacerles mirar.
Odiar, querer e incluso volver.
Volverse hacia atrás, acompañados de un gemido.
Que su movimiento haga que te muevas tú.
Que mueva sensaciones,
que mueva venas.
Esas que circulan, a veces,
en dirección opuesta.
Me mueves como el viento a un barco de vela.
Lo que mueve al alma.
Eso, merece mover mucho más
que un simple planeta.
Hay veces en las que la libertad está ahí fuera,
cuando, en realidad,
está aquí dentro.
En este cuarto.
Nuestro.
Tan libre.
Tan mar.
Tan
paz.
Lunas noches.
Siempre pensando en tus ojos.
Esos dos planetas que, por mucho que me gusten, no consigo colonizar.
Tampoco quiero.
Lo que quiero es moverlos, hacerles mirar.
Odiar, querer e incluso volver.
Volverse hacia atrás, acompañados de un gemido.
Que su movimiento haga que te muevas tú.
Que mueva sensaciones,
que mueva venas.
Esas que circulan, a veces,
en dirección opuesta.
Me mueves como el viento a un barco de vela.
Lo que mueve al alma.
Eso, merece mover mucho más
que un simple planeta.
Hay veces en las que la libertad está ahí fuera,
cuando, en realidad,
está aquí dentro.
En este cuarto.
Nuestro.
Tan libre.
Tan mar.
Tan
paz.
Lunas noches.
jueves, 15 de marzo de 2018
Diario de una volatil // Volumen V
Retomo esta serie por cuestiones de saneamiento sentimental.
Ser la sonrisa de la otra persona no es la solución.
Uno no está por ser parte de algo.
Uno debe ser algo.
Nos comemos esas medias naranjas de las que dicen que debemos pertenecer.
Nos queremos enteros.
En los malos momentos,
en los buenos recuerdos.
Ya no quedan vacas flacas a las que alimentar.
Se han muerto.
Pero eso es abono para lo nuevo.
Hay ganas de quererse, morder y, por qué no, irse.
Un buen sitio para vivir sería la luna.
No te faltaría luz, y seguramente no habrá nadie que te moleste, pero...
¿y si te molestas
tú?
Ser la sonrisa de la otra persona no es la solución.
Uno no está por ser parte de algo.
Uno debe ser algo.
Nos comemos esas medias naranjas de las que dicen que debemos pertenecer.
Nos queremos enteros.
En los malos momentos,
en los buenos recuerdos.
Ya no quedan vacas flacas a las que alimentar.
Se han muerto.
Pero eso es abono para lo nuevo.
Hay ganas de quererse, morder y, por qué no, irse.
Un buen sitio para vivir sería la luna.
No te faltaría luz, y seguramente no habrá nadie que te moleste, pero...
¿y si te molestas
tú?
Pausa.
Escribo después de mucho (en este blog) porque estoy inspirado.
Tengo ganas de contar algo de la manera que me caracteriza.
Sin más, bienvenide.
No podía para de pensar en lo guapa que estabas.
Nos hallábamos más que nunca, corriendo, huyendo de la lluvia, mientras tú tirabas de mi.
Me paro en seco.
- ¿Qué pasa? Venga, nos vamos a mojar.
- ¿Y si quiero mojarme?
- Nos podemos resfriar.
- Nos curaremos.
- Puede echarse a perder la ropa y los zapatos.
- Compraremos cosas nuevas.
- Llegaremos tarde.
Ahí no podía rebatir nada. Te salió chaleco y un reloj de bolsillo.
- Escúchame bien,.- dije muy serio- si llegamos tarde, será tu culpa.
- ¡Pero si eres tú el que se ha parado!
- Tú sigues aquí.
- No me voy a ir sin ti.
- En eso consiste.
Me callé todo lo que quedó de noche.
Me limité a observar tus rasgos marcados,
tu barbilla,
tus gemelos.
Creo que quererse consiste en esos pequeños detalles.
Pararse cuando se para el otro,
quererle en la distancia, pero bien cerca.
Pensar en llegar a casa para cerrar,
y abrirnos como siempre.
Abrirnos como sentimos.
- ¿Pongo música?
- Claro.
- Pero, ¿cierro?
- Si vas a cerrar, pasa.
Y allí estaba, haciéndolo, en casa.
Sin poder ser de otra manera que
sin prisa
pero
sin
pausa.
Lunas noches.
Tengo ganas de contar algo de la manera que me caracteriza.
Sin más, bienvenide.
No podía para de pensar en lo guapa que estabas.
Nos hallábamos más que nunca, corriendo, huyendo de la lluvia, mientras tú tirabas de mi.
Me paro en seco.
- ¿Qué pasa? Venga, nos vamos a mojar.
- ¿Y si quiero mojarme?
- Nos podemos resfriar.
- Nos curaremos.
- Puede echarse a perder la ropa y los zapatos.
- Compraremos cosas nuevas.
- Llegaremos tarde.
Ahí no podía rebatir nada. Te salió chaleco y un reloj de bolsillo.
- Escúchame bien,.- dije muy serio- si llegamos tarde, será tu culpa.
- ¡Pero si eres tú el que se ha parado!
- Tú sigues aquí.
- No me voy a ir sin ti.
- En eso consiste.
Me callé todo lo que quedó de noche.
Me limité a observar tus rasgos marcados,
tu barbilla,
tus gemelos.
Creo que quererse consiste en esos pequeños detalles.
Pararse cuando se para el otro,
quererle en la distancia, pero bien cerca.
Pensar en llegar a casa para cerrar,
y abrirnos como siempre.
Abrirnos como sentimos.
- ¿Pongo música?
- Claro.
- Pero, ¿cierro?
- Si vas a cerrar, pasa.
Y allí estaba, haciéndolo, en casa.
Sin poder ser de otra manera que
sin prisa
pero
sin
pausa.
Lunas noches.
jueves, 1 de febrero de 2018
Teeth.
I remember when your soul was biting.
Was beaten.
For a bad betrayal of the beloved manifesto of your body.
I'm not talking about any poetic shit.
I'm not talking about anything pretty, not something horrendous.
I'm talking about the way you looked at me.
Believing it wasn't enough.
Now I usually go high.
And fuck.
You're
fucking
right.
Lunas noches.
Was beaten.
For a bad betrayal of the beloved manifesto of your body.
I'm not talking about any poetic shit.
I'm not talking about anything pretty, not something horrendous.
I'm talking about the way you looked at me.
Believing it wasn't enough.
Now I usually go high.
And fuck.
You're
fucking
right.
Lunas noches.
jueves, 11 de enero de 2018
500 noches.
Debería saber con quién no hacer un trato, pero me jodiste el radar.
Entré en aquella escalera convencido que abajo no me esperaba nadie.
Y así era.
La esperaba yo.
La estaba esperando desde el momento en el que nací como ser racional.
Desde que me enamoro de perfiles, de colores.
Desde que soy yo.
Tal vez salgas esta noche, durante dos días, tres seguidos.
Te aconsejo:
- No pensarte.
- No peinarte.
- No quererte.
Aquí estoy, por mi noche 423.
Doliéndote.
Lunas noches.
Entré en aquella escalera convencido que abajo no me esperaba nadie.
Y así era.
La esperaba yo.
La estaba esperando desde el momento en el que nací como ser racional.
Desde que me enamoro de perfiles, de colores.
Desde que soy yo.
Tal vez salgas esta noche, durante dos días, tres seguidos.
Te aconsejo:
- No pensarte.
- No peinarte.
- No quererte.
Aquí estoy, por mi noche 423.
Doliéndote.
Lunas noches.
martes, 9 de enero de 2018
Obra inacabada.
No eres tú quien me despeina,
quien se pincha con mi barba.
Esconder la tristeza nunca se me dio demasiado bien.
De ahí que me regañe el director.
Luces, cámara.
Acción.
Inevitablemente,
reacción.
La de mi piel al no encontrarte.
Al verte guapa.
Al maltratar cada parte de mi cuerpo que te quiere.
Despeinado, no como mi sonrisa.
He aquí el final de:
Canción
para
Elisa.
Lunas noches.
quien se pincha con mi barba.
Esconder la tristeza nunca se me dio demasiado bien.
De ahí que me regañe el director.
Luces, cámara.
Acción.
Inevitablemente,
reacción.
La de mi piel al no encontrarte.
Al verte guapa.
Al maltratar cada parte de mi cuerpo que te quiere.
Despeinado, no como mi sonrisa.
He aquí el final de:
Canción
para
Elisa.
Lunas noches.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)