domingo, 11 de junio de 2017

Mis salidas.

Hoy, al salir de las prácticas, me ha pasado algo bastante curioso e inusual.
Se me perdieron los auriculares hace no mucho, junto con mis ganas de ladrar.
He tenido que coger unos grandes, de los que tienen felpa,
de los que hacen que me tenga cerca.

Pues bien, iba escuchando música, absorto completamente, cuando de repente,
apareces en mi cabeza.

Aparece tu pelo, el cual me hace apretar,
aparece tu mano enredándose con la mía,
aparecen tus piernas, las cuales son mucho más bonitas de lo que te imaginas.

Y sonrío.

Miro a mi alrededor.
Hay gente.
Me tomarán por loco, me supongo.

Me da bastante igual.

Acabo de imaginarte a mi lado, enseñándote Londres,
con el sol de acompañante,
esperando el bus en alguna parada,
mientras un chiste oculta lo que me enseñaste.

Me enseñaste a empezar de cero,
a solamente ver lo bello.

Me enseñaste las salidas
a este mundo,
falto de cardenales
cerca



del cuello.














Lunas noches.

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