jueves, 27 de octubre de 2016

Pared vibrante.

Y allí estábamos, en una mesa de un bareto de Madrid,
cuando algo vibró.
¿Es mi móvil?
Pensaste, mientras echabas mano a tu bolsillo.
Callé. Recé.
Era mi corazón.
Así me fue.

Debí activar el modo avión.










Lunas noches, L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario