vi a mi musa en un bareto de mala muerte.
"Vámonos de aquí para no volver"
me dije.
Mi musa me cogió del brazo, y me dijo:
- ¿Cómo estás?
- Estando, sin estar.
Me besó.
Se fue y...
Vino
Mucho vino.
Para olvidar
que se me olvidó preguntar
"cómo
estás".
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