Giramos más desde que no hablamos.
Me construyes una nave,
me espero, a ver por dónde sales.
Nadie sabe lo que hacer.
Todos tienen el por qué.
Aquí me tienes, soplando.
Pensando que se nos acaba el aire.
Y, qué va.
Vino la muerte, y la noche callaba.
Te miraba. Estaba rara.
"Para qué me llamáis, si sabéis que estoy liado."
No veíamos que nos había tocado lo malo,
tener problemas,
no estar a tu lado.
Mi sesera quiere irse, por lo menos a la selva.
Donde no le importe tener su corazón de piedra.
Correrse es como explotar un globo,
disfrutas y no el hecho de apretar,
pero
lo que esperas realmente
es
que
explote.
Lunas noches.
miércoles, 23 de mayo de 2018
sábado, 19 de mayo de 2018
Planetas.
Soy un pesado.
Siempre pensando en tus ojos.
Esos dos planetas que, por mucho que me gusten, no consigo colonizar.
Tampoco quiero.
Lo que quiero es moverlos, hacerles mirar.
Odiar, querer e incluso volver.
Volverse hacia atrás, acompañados de un gemido.
Que su movimiento haga que te muevas tú.
Que mueva sensaciones,
que mueva venas.
Esas que circulan, a veces,
en dirección opuesta.
Me mueves como el viento a un barco de vela.
Lo que mueve al alma.
Eso, merece mover mucho más
que un simple planeta.
Hay veces en las que la libertad está ahí fuera,
cuando, en realidad,
está aquí dentro.
En este cuarto.
Nuestro.
Tan libre.
Tan mar.
Tan
paz.
Lunas noches.
Siempre pensando en tus ojos.
Esos dos planetas que, por mucho que me gusten, no consigo colonizar.
Tampoco quiero.
Lo que quiero es moverlos, hacerles mirar.
Odiar, querer e incluso volver.
Volverse hacia atrás, acompañados de un gemido.
Que su movimiento haga que te muevas tú.
Que mueva sensaciones,
que mueva venas.
Esas que circulan, a veces,
en dirección opuesta.
Me mueves como el viento a un barco de vela.
Lo que mueve al alma.
Eso, merece mover mucho más
que un simple planeta.
Hay veces en las que la libertad está ahí fuera,
cuando, en realidad,
está aquí dentro.
En este cuarto.
Nuestro.
Tan libre.
Tan mar.
Tan
paz.
Lunas noches.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)